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martes, 11 de diciembre de 2012

LEYENDA DEL CONDE DE LA GOMERA Y LA DAMA .

EUGENIO EGEA MOLINA

Transcurría el año de 1499, pocos años del final de la conquista de Gran Canaria en nombre de los Católicos Reyes. En momentos que estos se encontraban embriagados de éxito por las conquistas y descubrimientos de nuevas tierras, imbuidos en la construcción de un nuevo estado llamado España.
Muchos años e intentos fallidos costó la conquista de la isla de Canaria, abortada por los valientes guerreros indígenas. Desde 1478 en que se instalan los castellanos, en el Real de las Tres Palmas, hasta 1483, se mantuvo la isla sin tomar. Algunos años después culminó la conquista de todo el archipiélago con las islas de La Palma en 1493 y Tenerife en 1496, con mucho esfuerzo por la brava resistencia de sus naturales.
En estos primeros años de colonización, Gran Canaria era tierra de conquista produciéndose los repartos territoriales y de agua; desarrollándose una incipiente economía basada en la caña de azúcar, el oro blanco. Asimilando una nueva cultura en una etapa de mestizaje y simbiosis.

domingo, 7 de agosto de 2011

POBLAMIENTO DE LAS CANARIAS: EL MITO DE LOS DESLENGUADOS

EUGENIO EGEA MOLINA


En la época del imperio romano, estando el norte de África bajo su dominio, la llamada provincia de Mauretania. En la actualidad, se asientan los territorios de Marruecos y Argelia, cuya población estaba compuesta de pueblos bereberes, dedicados al pastoreo seminómada.
Muchas de estas tribus, se rebelaron contra el yugo romano, produciéndose importantes y sangrientos conflictos; así como la muerte de autoridades allí enviadas por Roma.
Ante esta situación de rebeldía, el senado romano con el fin de sofocarla y dar un castigo ejemplar, envía sus legiones para apagar y acallar esta desobediencia de los norteafricanos.
Con este propósito, el ejército imperial prende a los principales líderes de las revueltas y, públicamente, a los rebeldes les infringen duras torturas y les cortan sus cabezas, como escarmiento y ejemplo ante el resto de la población.
Por su parte, a los que no tuvieron una participación activa y solo siguieron o encubrieron a los demás, para que no se produjeran motines en el futuro y sirvieran de aviso a siguientes generaciones, los desposeyeron y les extirparon sus lenguas de raíz. Así, nunca podrían deleitarse ni celebrar que se levantaron contra Roma.
Niños, niñas, mujeres, hombres, ancianos y ancianas: todos, quedaron sin lengua. Posteriormente, se les expulsó de su tierra, siendo trasladados y embarcados en naves romanas. Estos pasajeros cautivos que viajaron en condiciones infrahumanas, al acercarse a las costas las islas Afortunadas, los arrojaron y abandonaron. Allí quedaron hambrientos, depauperados y harapientos; dejados a su suerte y solo con algunos animales para subsistir.
De esta manera, la leyenda explica como se poblaron las islas Canarias.
Esta leyenda viene recogida desde muy antiguo en las crónicas, concretamente en Le Canarien (siglo XV) se menciona a los deslenguados.
Por su parte, Abreu y Galindo, en su Historia de la Conquista de las Siete Islas de Canaria, aparte de relatarlo en su capítulo V, afirma que esto se encontraba en un “libro grande” desaparecido de la biblioteca de la Catedral de Santa Ana en el real de Las Palmas.
Viera y Clavijo pone en duda esta interpretación poco objetiva y no ajustada a la realidad, calificándola como una anecdótica.
También se ha utilizado para explicar el porqué del silbo gomero, todos sabemos la importancia que tiene la lengua en su ejecución. Desquitando toda esta aureola mágico-fantástica, lo que la investigación ha podido constatar es el origen amazigh (bereber) de los primeros pobladores de las islas, comprobado principalmente en estudios arqueológicos, filológicos y bio-genéticos. Asimismo, que su arribadas -presumiéndose varias- serían entre seis siglos antes y uno después de nuestra Era.

Sin embargo, queda una cuestión importante por resolver: ¿cómo y de que forma llegaron a las islas desde el continente?

ENLACE RELACIONADO
Palabras aborigenes en el habla canaria


sábado, 6 de junio de 2009

ACERINA Y TANAUSU

Se escuchó su voz,
dicen algunos.
-¡Vacaguaré!-, grito el mencey,
prefiriendo morir a ser cautivo.
Y se negó a comer
para llegar más pronto
a su destino.

Sería el último rey
de aquella isla, de Aceró,
en La Palma canaria sacudida
por la fuerza imperial
de aquellas huestes
de la Castilla dominante
y expansiva.

Y la mujer cuyo amor
le había ganado
a un pedazo de cielo, Mayantigo,
con el mismo grito,
desafiando suerte,
eligió también la muerte
por camino.

Y echose a la tumba
estando viva,
arropada con pieles, Acerina,
la de los ojos negros,
la de palmera sangre,
que encuevada hacia la muerte
honró la vida.

Y murió Tanausú,
murió Acerina
feneció la libertad en esos días
pero aquel “vacaguaré”
-¡quiero morir!- , la muerte digna,
impregnó el alma toda
de la isla…

Él murió de honor,
maldiciendo a la traición
por su ignominia.
Ella ofrendó al amor
el tributo pleno de la vida;
y trocaron en leyenda del dolor,
la virtud y la injusticia.

Gentileza de su autor: Jorge Eduardo Padula Perkins Licenciado en Periodismo Quilmes, Buenos Aires, Argentina

jueves, 1 de mayo de 2008

LA ATLÁNTIDA, CONTINENTE SUMERGIDO

EUGENIO EGEA MOLINA
El nombre de Atlántida se deriva del titán Atlante condenado por el dios Zeus a cargar, sobre sus hombros, los pilares de la tierra. En varias versiones de la mitología griega, se dice que tenía siete hijas que se han asociado a las siete islas Canarias. Así, a las islas se les considera como las cumbres de la Atlántida, continente sumergido en las profundidades del océano.
Atlante de Toni Gallardo en Gran Canaria.
Su situación se localizaba al otro lado de las Columnas de Hércules (estrecho de Gibraltar), habitado por los atlantes descendientes de su primer rey Atlas, hijo del dios Poseidón, señor soberano del mar, y de mujer mortal.
Este continente tenía todo tipo de riquezas imaginables, su pueblo era el más sabio y avanzado. En el centro, se encontraba su gran capital, con el Palacio y Templo de Poseidón.
Sus sabios compartían sus amplios conocimientos y su cultura con los demás pueblos, manteniendo el equilibrio y la paz. Los atlantes fueron fieles seguidores de la justicia, la generosidad y la paz.
En el transcurso del tiempo fueron degenerando y se convirtieron en avariciosos y beligerantes. Descubrieron los secretos de los dioses acerca de las energías cósmicas y las fuerzas para destruir el género humano. Por este motivo, el dios supremo Zeus castigó a los atlantes, enviándoles en una sola noche, cruentas erupciones volcánicas y maremotos que lo destruyeron, hundiendo bajo el océano el continente Atlántida.
Del mismo, hoy quedan a la vista las islas de la macaronesia (makáron nesoi): Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde.



lunes, 25 de febrero de 2008

LEYENDA DEL SALTO DEL ENAMORADO Y UNA HISTORIA DE FAMILIA

EUGENIO EGEA MOLINA

En la zona denominada La Galga, actual municipio de Puntallana (La Palma), donde destacan sus imponentes riscos, vivió en otros tiempos un valiente y osado pastor. Este, quedó prendado de una hermosa joven que ignoraba todas sus pretensiones hacía ella. No obstante, el mancebo no cejaba en su empeño de cortejarla; y la bella dama mantenía una total indiferencia.
Escultura al salto del Enamorado. Puntallana (La Palma)
La hermosa joven agobiada por la constancia del pastor en conseguir su corazón, quiso probar su amor pidiéndole un imposible y así liberarse, de una vez por todas, de sus cortejos.
Para ello, le pidió que antes de ser su esposa, debía acercarse al precipicio y, apoyando sus manos en su lanza (vara con la que los pastores canarios esquivan las dificultades orográficas), sorteara los abismos tres veces con su cuerpo sin caer.
El valor y la destreza del amante quedaron patentes en los dos primeros saltos; pero, en el tercero, cuando se encomendó a su dama, falto ya de fuerzas, no se apoyó en tierra firme, despeñándose en las profundidades del barranco.
El amor le cegó y murió por conseguirlo; su cuerpo nunca se encontró. Ella perdió la cordura y lloró todos los días que le restaron de vida.

Desde entonces, la gente del lugar para recordarlo, llaman al risco El Salto del Enamorado.
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14 agosto 2011
UNA HISTORIA FAMILIAR EN LA GALGA 

En el Cubo de La Galga,
bajo de un almendro en flor,
le dio mi padre a mi madre
el primer beso de amor.
Popular. 
Transmitida por Talio Noda

Hacienda de La Galga. Foto del autor
No sólo esta bonita leyenda se ha desarrollado en este magnífico entorno, otra historia de enamorados tuvo lugar por estos lares. Esta es la que les voy a relatar y compartir a continuación:

La Galga, en la Isla Bonita, es uno de esos sitios cuyo hermoso paisaje te hace sentir bien.
Desde la Loma puedes bajar por el barranco que llega a la costa y, desde el que un día, la laurisilva reflejaba los colores que el sol iba dejando al despuntar la mañana.
En el primer año del siglo pasado, allí, en su hacienda familiar, pasaba temporadas la joven Dolores, junto con sus padres y hermanos.
Como cada día, entró en la acogedora ermita que sus antepasados habían construido, para dar las gracias por lo que tenía. Luego, se sentó fuera en un amplio sillón de rafia con respaldo, que sus padres habían mandado a traer de Europa. Era un lugar, donde pasaba las horas, bordando y observando las correrías y travesuras de sus adolescentes hermanos.
Un día, oyó unos despavoridos gritos, que de ninguna forma le hicieron presagiar lo que le depararía el destino. Sus hermanos, corrían monte abajo como posesos.

La muchacha se dio cuenta que algo extraño sucedía. Los jóvenes despavoridos se dirigieron hacia la muchacha, y al llegar donde estaba; un hurón que llevaban, con el que habían estado de cacería furtiva en la montaña, lo introducen en un baúl y hacen que se siente encima Dolores. Ella, accede sin vacilar, como un acto reflejo protector, al percatarse de un peligro inminente que se cernía sobre ellos. Estos, veloces, se refugian en la casa.
Hemos de aclarar que el uso del hurón para la caza estaba terminantemente prohibido y perseguido.

Al rato, observó cómo la guardia civil, una pareja y un apuesto teniente, se acercaban y se dirigían directamente hacia ella.
Desde siempre le había impresionado el uniforme verde, con sus imponentes largas capas y tricornios de negro charol.

Ya, frente a Dolores, el oficial, con sus dos deslumbrantes estrellas doradas en la antemanga, se dirigió a ella, a la vez, que la miraba de una forma penetrante. Sobrecogida por el pánico, se limitaba a balbucear y asentir; pues enfrascada en mantener oculto "el cuerpo del delito" que no dejaba de moverse bajo ella, no lo descubrieran.
No escuchaba lo que la autoridad le decía. Solo, mantenía un modoso comportamiento, ante el pánico de verse sorprendida.
Ermita de S. Bartolomé en La Galga. Foto del autor
Al cabo de un rato, momento que pareció interminable y donde un frío intenso se apoderó de su cuerpo, el teniente y la pareja de guardias se despiden marcial y cortésmente.
Cuando se alejaron, respiró lentamente y tardó en volver a la tranquilidad, y ahí nos podemos imaginar que les dijo a sus hermanos...

Al día siguiente, cuando Dolores salía de su ermita, el oficial se le acercó galantemente y con un serio acento gaditano, le dijo: “si usted y su padre lo permiten, nos casaremos en esta ermita”.

Y así fue.

De esta forma, la familia Poggio unió sus vínculos con la de Egea. A partir de entonces, sus descendientes han vivido en las islas de La Palma, Tenerife y Gran Canaria, hasta la actualidad.

Esta es la narración que me transmitieron mis tías abuelas Josefa y Magdalena Egea Poggio (D.E.P.), de la que decían que Mamá Lola (la joven Dolores: Dolores Poggio Álvarez) les contaba a escondidas de su padre, Papa Juan (Juan Egea Urraco, el joven teniente) que ante todo, mantenía un carácter serio y prudente donde la rectitud imperaba. En agradecimiento y memoria.
Gracias a mi prima Conchi Poggio Egea y, a su padre Manuel Poggio Sánchez, así como a mi tío Luis Egea Manrique de Lara, cuya versión también la oyó en Málaga a su tío Luis Poggio (hijo de uno de los muchachos de la historia), por recordarme con el tiempo esta historia familiar. A Cristina López Díaz, mi cómplice, por darle un “toque femenino”.

ENLACE RELACIONADO



miércoles, 13 de febrero de 2008

LA PROFECÍA DE GUAÑAMEÑE


EUGENIO EGEA MOLINA


Bencomo, mencey (rey) de Taoro y uno de los nueve monarcas de Achinet (Tenerife), hizo matar al adivino Guñameñe. Sin embargo, sus profecías no se acallaron y se cumplieron con el tiempo.
Los vaticinios de Guñameñe fueron pronunciados cuando Guetón, heredero al menceyato de Güimar, fue hecho prisionero por Bencomo. Debido a unos robos de ganado, Bencomo invadió el territorio güimarense apresando a Guetón y a Guañameñe.

sábado, 5 de enero de 2008

GARA Y JONAY


EUGENIO EGEA MOLINA

En la isla de la Gomera, existían siete lugares que emanaban agua. Estos siete chorros eran virtuosos para quienes la bebían, y al reflejarse en sus aguas predecían si ibas a encontrar o no pareja: si era clara, el amor estaba asegurado; si se mostraba turbia no se encontraría pareja.
Con las fiestas de Beñesmén (juegos de competiciones), un grupo de mujeres gomeras acudieron a los chorros mágicos. Entre estas, se encontraba la princesa Gara; al asomarse, en un principio se reflejó una imagen clara que, al tiempo, se fue difuminando hasta empezar a agitarse. Ante esto, el sabio Gerián le dijo: “Lo que ha de suceder, sucederá. Huye del fuego o este te consumirá”.
En las vísperas del Beñesmén, llegaron de Chinet (Tenerife), los menceyes guanches (monarcas de Tenerife) acompañados de su corte. El mencey de Adeje, traía a su hijo Jonay un joven vigoroso y diestro en competiciones.
Gara al verlo quedó prendada, no podía dejar de mirarlo y su corazón latía fuertemente. Al encontrarse sus miradas, ocurrió lo irremediable: Gara y Jonay se enamoraron perdidamente.
Poco después, su compromiso se hizo público. En estos momentos, el majestuoso Echeyde (volcán Teide) comenzó a escupir fuego, lava y piedras; tan fuerte que desde la Gomera era un espectáculo aterrador. En ese momento, se hizo patente el presagio de Gara.
Aquello era un amor imposible, los padres de los jóvenes ordenaron tajantemente que se separaran y nunca más se vieran. Por lo que terminado el Beñesmén, la comitiva regresó a Chinet (Tenerife) y Jonay con el corazón destrozado y su alma vacía.
Jonay, al no soportar la ausencia de Gara, no se rindió. Escapó y nadó una larga travesía hasta la Gomera sobre unas pieles de cabra infladas de aire. Sacó fuerzas desde lo más profundo, con el único propósito de encontrarse con su amada.
Al encontrarse, Gara y Jonay, se abrazaron apasionadamente y escaparon a las cumbres gomeras, escapando por los bosques de El Cedro.
El padre de Gara al enterarse de su huída, no tardó en salir en su busca. Tras una larga búsqueda, los amantes son encontrados fundidos en besos y abrazos. Al darse cuenta Gara y Jonay, tomaron la única alternativa que consideraron posible: una vara de cedro afilada atravesó sus cuerpos, uniendo sus corazones, hasta quedarse sin aliento.
Decidieron morir juntos y quedar unidos para siempre.
Sus nombres han quedado inmortalizados en la cumbre más alta de la isla de la Gomera y lo que es el Parque Nacional de Garajonay.


miércoles, 26 de diciembre de 2007

LA ISLA DE SAN BORONDÓN


EUGENIO EGEA MOLINA

San Borondón es la isla canaria mágica, una leyenda de siglos que nos habla de su aparición y desaparición.
Fue tal su relevancia que en los siglos XVI, XVII y XVIII se organizaron expediciones para conquistarla.
Se la ha denominado, además, como la Nom Trubada, la Encubierta, la Inaccesible, la Perdida o la Encantada. Abundando cantidad de mapas que a través de los tiempos la han representado.

Su nombre se debe al monje evangelizador irlandés Brandán de Comfert (San Borondón) que fue protagonista de los relatos de navegación de la cultura celta en el medievo. La leyenda de su viaje se extendió por toda Europa, en la que Brandán partió en barco con 17 monjes buscando el paraíso terrenal (año 516 d.C.). Después de una larga travesía, llegó a un mar lleno de islas; contándose que los monjes celebraron una misa en lo que resultó ser una ballena, creándose la creencia de una isla errante en el Océano Atlántico.

Más allá, incluso aparecen localizaciones y descripciones de la isla de San Borondón. La situan a 550 kms. en dirección oeste-noroeste de la isla del Hierro o 220 Kms. en dirección oeste-suroeste de la Palma; incluso en medio de las islas de La Palma, La Gomera y el Hierro. Mediría unos 480 kms. de largo y 155 Kms. de ancho, formando una cavidad en la que sobresalen dos montañas.

Algunos explican su aparición por la acumulación de nubes que producirían una especie de espejismo.

En el folklore canario, Los Sabandeños le dedican una canción:
Era la encantada
que “despareció”.
La negra ballena
del diablo mayor
con los siete obispos
y el santo santón.


sábado, 15 de diciembre de 2007

LA PRINCESA ICO


CRISTINA LÓPEZ DÍAZ



Reinando Zonzamas en Titeroygatra (Lanzarote) llegó a la isla una embarcación castellana al mando de Martín Ruiz de Avendaño. Al ver la nave a distancia los isleños se aprestaron para el combate. Transcurrido el tiempo, Ruiz de Avendaño decidió ir a tierra en son de paz, llevando consigo rico vestido que regaló al rey como muestra de amistad. Zonzamas aceptó el regalo y, en muestra de amistad, entregó al recién llegado ganado, leche, queso, pieles y conchas, invitándolo a descansar en su morada de Acatife.

EL GAROÉ


EUGENIO EGEA MOLINA

El Garoé fue el Árbol Sagrado de los Bimbaches (aborígenes de El Hierro). Abreu y Galindo relató haberlo visto, y Fray Bartolomé de las Casas lo describe en su Historia de las Indias: "En lo alto de este árbol siempre hay una nubecilla y el Garoé deja caer unas gotas de agua que los hombres encauzan hacia un modesta fuente; gracias a ella, viven, durante los periodos de sequía extrema, seres humanos y animales...

Entre la realidad y la leyenda, se cuenta que durante la conquista española, había una gran sequía en la isla. Los conquistadores se extrañaban que los bimbaches no la padecieran.
La hija del rey aborigen se enamoró de uno de los conquistadores, revelándole el secreto del Garoé, de dónde los aborígenes obtenían el agua.

Los españoles tomaron el Árbol Sagrado, prohibiendo el acceso a los bimbaches. Por su parte, los aborígenes apresaron a la princesa por haber traicionado a su pueblo, siendo ajusticiada por ello.

El Garoé lo destruyó un huracán en el año 1610, plantándose en 1949 un nuevo ejemplar que actualmente tiene unos 10 metros de altura. El fenómeno de proveer de agua se produce por la situación elevada, donde descargan los vientos alisios, con lo que el agua de las nubes (niebla) se condensa en sus ramas y se produce el fenómeno denominado lluvia horizontal.

Este símbolo ha quedado en la conciencia de los herreños y de todos los canarios. El Garoé simboliza la necesidad de armonía con la Naturaleza, capaz de proveer de lo más elemental, demás de la salvación ante el peligro y la escasez.

El Árbol Sagrado se encuentra representado en el escudo de El Hierro.